El caso legal contra la comunidad "Cómo Vivir Por Fe" se originó a partir de una denuncia realizada el 16 de marzo de 2021 a la línea 145 del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el delito de Trata.
Gabriela, una mujer de 32 años de edad, había decidido formar parte de Cómo Vivir Por Fe, una comunidad cristiana basada en las enseñanzas de Jesús que forma parte del movimiento internacional de los Jesucristianos. En particular, la comunidad enfatiza la renuncia de posesiones materiales, trabajo voluntario motivado por amor, la vida en comunidad y el evangelismo como misión.
La madre y la hermana de Gabriela se opusieron a la decisión de Gabriela de unirse a la comunidad, y se contactaron con Pablo Salum, promotor de una ley anti sectas, buscando una manera de "rescatar" a Gabriela y lograr que abandonara al grupo. Salum, con su trayectoria de acusar a grupos de ser "sectas", las guió a denunciar al grupo por trata de personas. Siguiendo sus instrucciones, la madre de Gabriela realizó la denuncia anónima a la línea 145, especializada en casos de trata, denunciando la captación de Gabriela por la comunidad de Cómo Vivir Por Fe, describiéndola como una "secta religiosa".
Una vez que la denuncia inicial fue realizada, Salum procedió a reforzarla presentando una denuncia similar ante PROTEX (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas).
Así fue que PROTEX presentó los argumentos principales de Salum en contra de la comunidad de Cómo Vivir Por Fe.
Salum confirmaría públicamente en varias ocasiones que estuvo trabajando hace un tiempo con PROTEX y con DOVIC (Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas), a quienes él había "capacitado" respecto a la ideología antisectas para poder acusar a las "sectas" de "trata de personas".
Los argumentos que Salum presentó ante PROTEX acusaban al grupo de ser una "secta" u "organización coercitiva" que captaba individuos, los aislaba de sus familias y los explotaba. Los acusaba de ser culpables de trata de personas, explotación laboral y reducción a servidumbre.
La denuncia también acusaba a la comunidad de utilizar técnicas de persuasión coercitiva para dominar la voluntad de sus miembros mediante manipulación y control mental. Esta acusación se basaba en la observación de que Gabriela había adoptado un estilo de vida frugal y especulaba de ello que la comunidad promovía el "despojo de bienes materiales" como un modo de control, engañándola con una promesa de algún beneficio espiritual.
A todo esto Salum agregó una acusación sobre el tráfico de órganos (específicamente la trata de personas con fines de extracción de órganos). Esto último era una distorsión basada en la donación altruista de riñones que algunos miembros del movimiento de los Jesucristianos habían hecho de manera voluntaria y gratuita en el pasado para salvar la vida de otras personas, como se explica en el artículo y los videos sobre "la Secta del Riñón".
Como resultado de tales acusaciones, las autoridades comenzaron una investigación extensiva que duraría casi dos años.
En julio del 2021, poco después de que se hizo la denuncia inicial respecto a Gabriela, un joven de 18 años llamado Elías, oriundo de Santiago del Estero en el norte de Argentina, se contactó con la comunidad, insistiendo que estaba de acuerdo con su mensaje y que quería ser miembro del grupo.
Si bien Elías ya le había comentado a su familia que tenía la intención de ir a Buenos Aires para visitar al grupo, no le dio la fecha exacta de su partida y se fue sin aviso por temor a que sus familiares usaran medidas coercitivas para detenerlo. Respecto a esto, Elías le había dicho a la comunidad que sus familiares anteriormente lo habían maltratado y amenazado por sus creencias religiosas, incluso llegando al punto de golpearlo en la espalda con un palo de escoba después de que Elías les hablara sobre las enseñanzas de Jesús. La comunidad, sin embargo, le recomendó que por lo menos le avisara a su familia por teléfono apenas comenzaba su viaje, así no se preocupaba demasiado por él, lo cual hizo, manteniendo comunicación con su hermana vía Whatsapp.
Sin embargo, los familiares de Elías no estaban de acuerdo con su decisión. Si bien estaban en contacto con Elías vía teléfono, su madre y hermana lo reportaron como desaparecido, alegando que posiblemente había sido secuestrado. Como resultado, la policía de Santiago del Estero se puso en contacto vía teléfono con Elías mientras él viajaba y acordaron tener una video llamada una vez que su bus arribara a Buenos Aires.
En la video llamada, la policía de Santiago del Estero le pidió ir a una comisaría para declarar sobre su situación. Felipe, uno de los líderes de Cómo Vivir Por Fe, lo acompañó a la comisaría, donde ambos se presentaron y fueron entrevistados por la policía. Elías declaró a solas, explicando que había venido a Buenos Aires de su propia iniciativa para visitar a la comunidad y que su familia se había opuesto a ello y lo había reportado falsamente como desaparecido. Con esto, la policía confirmó que no estaba desaparecido ni bajo coerción y anuló el pedido de paradero y removieron la noticia de su desaparición que habían publicado en sus páginas oficiales.
No obstante, a pesar de que los familiares de Elías sabían que la policía ya había tenido contacto él y que habían comprobado que no estaba secuestrado, siguieron diciendo por las redes sociales que él estaba desaparecido y le pidieron al público difundir la noticia.
Entretanto, la hermana de Elías le mandó mensajes agresivos amenazando con acusar al grupo de trata de personas y explotación laboral si él no le daba la dirección exacta del lugar donde estaba o si no se volvía a casa, algo que ella llevó a cabo cuando Elías no cumplió con sus demandas.
En el transcurso de unas semanas, Elías se enteró que su padre se había enfermado de COVID y poco tiempo después, su padre falleció.
A pesar del conflicto familiar, Elías decidió volver a Santiago del Estero para acompañar a su familia con el duelo. La comunidad lo apoyó con esto y mantuvo comunicación positiva con él por un tiempo, alentándolo a reconciliarse con su familia.
Si bien Elías originalmente pensaba volver con la comunidad, finalmente decidió quedarse para ayudar a su familia, aunque agradeció a la comunidad por todo lo que habían hecho por él.
Poco tiempo después Elías dejó de comunicarse y no hubo más contacto entre él y la comunidad.
En abril del 2022, un año después de que se había iniciado la investigación, Gabriela le comentó a un pariente sobre un posible viaje al exterior que ella quizás haría para ir a conocer a otros misioneros y evangelizar con ellos. Sin embargo, Pablo Salum y la madre de Gabriela se contactaron con las autoridades alegando que Gabriela podría ser llevada al exterior para ser obligada a donar un órgano como parte del presunto tráfico de órganos que Salum había denunciado por medio de PROTEX.
Debido a la gravedad de tales acusaciones y la posibilidad de que Gabriela se fuera del país, el juzgado ordenó el allanamiento de los hogares de la comunidad el 5 de mayo del 2022, en el cual se secuestraron los dispositivos electrónicos, documentos de interés y dinero en efectivo.
Los miembros del grupo fueron informados entonces sobre la investigación y que se los acusaba a los líderes de trata de personas.
También se organizaron entrevistas, tanto declaraciones judiciales como pericias psicológicas de varios miembros del grupo.
El mismo día del allanamiento, Salum comenzó una campaña de desinformación en sus redes sociales, empujando la narrativa sobre el tráfico de órganos, turismo de trasplantes, y coerción psicológica. También hizo una entrevista con la madre y hermana de Gabriela donde reforzaban estas acusaciones infundadas en el canal de YouTube LeyAntisectas.
Durante las próximas semanas tanto Salum como la madre y las hermanas de Gabriela aparecieron en varios medios de comunicación donde se amplificaron las acusaciones mencionadas y donde se estigmatizó sistemáticamente al grupo tildándolos de ser "la secta del horror" que tiene una "granja humana" y "obliga a sus miembros a donar órganos" y otras falsedades, y donde se los insultaba y ridiculizaba.
Ninguno de los medios de comunicación intentó contactarse con la comunidad para darles la oportunidad de aclarar el tema, y rehusaron leer el post que la comunidad había publicado en su Facebook explicando lo que estaba pasando.
Otro suceso significativo que ocurrió poco tiempo después del allanamiento es que, previo a que Elías pudiera dar su testimonio judicial, Pablo Salum lo entrevistó en su canal, Ley Antisectas, junto con la hermana que previamente había amenazado a Elías y a la comunidad.
Algunos puntos importantes que se destacan de esas entrevistas es que salió a luz que incluso meses después de que Elías había vuelto a casa, él seguía a favor de la comunidad y hasta deseaba volver con el grupo.
La hermana de Elías aparentemente no lo dejaba volver, lo tuvo encerrado e incluso le quitó y rompió el celular como medida coercitiva para que dejara de ver el contenido de la comunidad, y prevenir que tuviera contacto o volviera con el grupo.
Más significativo es que la hermana de Elías y Salum mencionan que ellos implementaron un plan involucrando a una psicóloga, Myriam Munné, que trabaja para DOVIC, por medio del cual engañaron a Elías, haciéndole creer que ella quería ayudarlo con temas relacionados a la comunicación, cuando su propósito evidentemente era convencer a Elías en contra del grupo.
Salum, por su parte, dice que Munné es amiga de él, que trabaja junto a él en los casos en cual él denuncia a las "sectas" pero que ella tiene cierta reticencia a hablar públicamente en el canal de Salum porque se supone que debe estar trabajando para el Estado.
No obstante, en la entrevista que Elías hizo con Pablo Salum, se pueden ver varios ejemplos donde Salum va guiando a Elías respecto a cómo interpretar las cosas que vivió, incentivándolo a reinterpretar sus experiencias de manera negativa y encajándolas en los conceptos relacionados a la trata de personas.
Algunos ejemplos claros de esto: en cada instancia en la que Elías dice haber tomado una decisión, Salum lo corrige y le implanta la idea de que estaba siendo controlado; Salum lo guía a decir que la comida que la comunidad le dio provenía de la basura; le dice que incluso hacer ejercicios era una táctica coercitiva; y un viaje en taxi desde la estación de bus hasta la casa es descrito como un secuestro.
Pablo Salum también implantó en sus redes sociales y en los medios de comunicación, una falsa narrativa en la que Elías supuestamente se tuvo que "escapar" de la comunidad y había "sufrido un calvario" mientras estuvo con el grupo. Esto le era necesario para presentar a Elías como una "víctima".
De hecho, Salum dijo en los medios de comunicación que él (y su organización antisectas) había "rescatado" a Elías.
Cuando un periodista le preguntó cómo fue el rescate, Pablo Salum dijo que fue por medio de poner presión sobre el grupo hasta que el grupo soltó a Elías y pudo escapar.
Esta falsa narrativa fue creído incluso por los padres de Gabriela, dándoles la impresión de que uno no se podía ir libremente del grupo.
Otro dato importante que se vio en el proceso de la investigación es que, si bien el juzgado ya tenía previsto tomar declaración de Elías, Salum mismo tomó la iniciativa de ponerse en contacto con el juzgado para avisarle al juzgado que el joven, Elías, estaba "dispuesto a dar su testimonio para contar cómo fue captado y lo que vivió" dentro del grupo.
De hecho, Salum también se había previamente puesto en contacto con el juzgado para insistir en que se involucrara a DOVIC, supuestamente para asistir a los familiares de Gabriela. (En ningún momento mostró interés en ofrecer asistencia a Gabriela ni a los demás miembros del grupo, los que él supuestamente consideraba ser víctimas). Poco tiempo después, la Lic. Myriam Munné, previamente mencionada, le informó al juzgado que ella había tomado intervención para tutelar los intereses de la hija de Gabriela.
Munné le informó al juzgado que el grupo, al que ella tildaba de "secta" (revelando su sesgo en el asunto), tenía filiales en otros países y que tenía una práctica relacionada a la donación de órganos, dato que podría apoyar la acusación que Salum había hecho mediante PROTEX sobre el supuesto tráfico de órganos, fundamental para su narrativa sobre la "Secta del Riñón".
Munné también preparó un informe, basado en una entrevista que hizo con la hermana de Gabriela (la misma hermana que asistía a Salum en las acusaciones contra el grupo), en el cual interpretaba algunas actividades de la comunidad de manera negativa, tratando de encajarlas en el concepto pseudocientífico de la persuasión coercitiva respecto a las "sectas", desarrollada por Margaret Singer.
Salum menciona en su canal que él tuvo acceso a ese informe y se queja de que aparentemente no fue tenido en cuenta por el juzgado.
No obstante, la hermana de Gabriela no aportó ninguna evidencia para sus declaraciones, sino que se basó en sus propias interpretaciones de lo que recordaba que Gabriela le había dicho sobre cómo funcionaba la comunidad.
Más significativo es que Munné no proveyó argumentos definitivos que se pudieran usar como evidencias, sino que se limitó a señalar posibles "indicios" de "persuasión coercitiva" que luego fueron refutados con las pruebas que produjeron los perito psicólogos.
Dado las declaraciones de Salum respecto a su relación especial con esta psicóloga, como también su accionar durante todo el proceso del caso, se puede deducir que la participación de la psicóloga de DOVIC era parte de la estrategia general de Salum para crear "pruebas" que apoyaran su narrativa antisectas.
El juzgado se ocupó de hacer todas las pericias necesarias para resolver el caso.
Estableció que Cómo Vivir Por Fe era una comunidad religiosa dedicada a promover las enseñanzas de Jesús.
Se averiguó sobre la situación patrimonial de las personas involucradas y no encontraron nada sospechoso.
Gabriela, en su testimonio, afirmó que se unió a la comunidad por su propia voluntad, atraída por la "fidelidad a las antiguas escrituras" y la sinceridad de sus miembros. Negó haber sido obligada, controlada o manipulada, y destacó que la decisión de vivir desapegada de lo material fue una libre elección suya.
Otro miembro del grupo, Bárbara, ofreció un relato similar, destacando la libertad y autonomía que experimentaba en la comunidad, como también la vida positiva que experimentaban sus hijas.
Jesica, otro miembro de la comunidad, corroboró lo dicho por Gabriela y Bárbara, describiendo una comunidad donde la difusión de su forma de vida basada en las enseñanzas de Jesús se realizaba a través de las redes sociales y la entrega de literatura, sin ningún tipo de coerción.
En fin, las declaraciones de las mujeres entrevistadas por el juzgado describieron una vida comunitaria basada en la fe y la simpleza, con actividades como el estudio de la Biblia, eventos recreativos y la distribución de literatura religiosa.
La compulsa de los celulares secuestrados durante los allanamientos contrarrestó las acusaciones de que el grupo forzaba a sus miembros a cortar vínculos afectivos, demostrando que los miembros de la comunidad mantenían comunicación regular, fluida y afectuosa con sus familiares, incluyendo Gabriela con su madre e hija.
Además, las pericias psicológicas que se hicieron, por dos diferentes psicólogas, determinaron de manera contundente que no hubo evidencia de coerción alguna ni de manejos autoritarios en la comunidad, refutando así las acusaciones de Salum y los argumentos sobre la posible "persuasión coercitiva" que Munné había advertido.
Al juzgado le llamó la atención el testimonio de Elías, debido a varias inconsistencias que notaron. Si bien la descripción de Elías sobre las actividades de la comunidad eran similares a las que habían descrito los miembros, Elías daba a entender que él había sido víctima de "explotación laboral". Sin embargo, cuando el juzgado le pidió que explicara cómo era la explotación laboral, Elías no pudo describirlo. En vez, dio una respuesta que no tenía relación a tal acusación, diciendo que él no sabía cómo la comunidad conseguía dinero pero que creía que era por medio de los videos que publicaban en su canal de YouTube.
Otro dato importante que refutaba la acusación de explotación, es que Elías no entregó ningún dinero ni bienes a la comunidad. Tampoco hizo algún trabajo, ya que era época de la pandemia de COVID y la comunidad no estaba saliendo a evangelizar. La comunidad se encargó de proveer todo lo que Elías necesitaba mientras estuvo con el grupo.
Por otro lado, si bien trató de argumentar que la comunidad le exigía que corte vínculos con su familia, Elías admitió que nadie le prohibió tener comunicación con sus familiares, incluso cuando la comunidad había sugerido que no estuviera en el celular todo el día y que tratara de limitar su uso a tres o cuatros veces al día, particularmente debido a la comunicación conflictiva y demandante que solía recibir de parte de sus parientes.
El juzgado remarcó que la libertad de Elías nunca fue restringida, que nunca perdió contacto con sus familiares, y que la comunidad lo apoyó cuando él decidió volver a su provincia natal y le había dicho que tenía las puertas abiertas para volver cuando quisiera.
Elías había dicho en su entrevista con Pablo Salum que la comunidad cortó toda comunicación con él el día que él decidió volver a casa, algo que también dijo en su testimonio judicial.
Salum argumentó que esto mostraba cuán malos cristianos eran los miembros de la comunidad, ya que supuestamente no mostraron ningún interés en Elías apenas se fue.
Sin embargo, el juzgado obtuvo pruebas concretas de que esa narrativa era falsa, ya que la comunidad tenía todavía el registro de la comunicación que habían tenido con Elías por Whatsapp.
Por eso, el juzgado remarcó que la comunicación entre Elías y un miembro de la comunidad (que fue fluido por aproximadamente un mes) se dio en un marco de respeto y que la comunidad no presionó a Elías a volver con el grupo.
De hecho, en la conversación registrada, la comunidad alentó a Elías a reconciliarse con sus familiares, a ser servicial y mostrarles amor.
También tuvieron bastante comunicación respecto a que Elías había tenido un resultado positivo de COVID y la comunidad mostró interés por cómo esto afectaba a sus familiares.
Incluso cuando Elías les comentó que estaba enojado con sus familiares porque le habían quitado una computadora y la habían vendido sin su permiso, la comunidad trató de apaciguarlo.
Más significativo es que, miembros de la comunidad tomaron la iniciativa de llevar las cosas que Elías había dejado atrás, a uno de sus parientes en Buenos Aires para que se lo pudieran llevar luego a Santiago del Estero.
Esto fue porque Elías había dejado algunas cosas con la comunidad diciendo que eran demasiado bultosas para llevar en el viaje (incluían un teclado de música y algunas bolsas grandes de ropa) y que, de todos modos, estaba convencido de que iba a volver con la comunidad.
Lejos de haber sido explotado o maltratado por la comunidad, los mensajes claramente demuestran que Elías había tenido una experiencia muy positiva con la comunidad. De hecho, sus mensajes a la comunidad expresaban agradecimiento por lo que habían hecho por él.
Elías también mandó un audio agradeciendo a la comunidad por la iniciativa que habían tomado para organizar con sus parientes en Buenos Aires alcanzarle las cosas que él había dejado atrás, y expresando apoyo por el mensaje que la comunidad enseña.
Todo esto, obviamente contradice la falsa narrativa que Elías estaba tratando de presentar en su testimonio judicial. También contradice la falsa narrativa que Salum presentó en su canal, redes sociales y en los medios de comunicación, diciendo que Elías se había "escapado" y que Salum había rescatado a Elías por medio de poner presión sobre el grupo para que se desprendiera de Elías.
Era evidente que Elías había sido influenciado por otra persona a reinterpretar sus experiencias positivas con la comunidad y presentarlas como experiencias sumamente negativas para encajar dentro del marco de trata de personas.
Pero Elías también intentó apoyar la falsa narrativa sobre el tráfico de órganos, alegando que a los miembros de la comunidad se los obligaba a donar un riñón. Sin embargo, cuando el juzgado le preguntó cuál era la evidencia para tales declaraciones, Elías confesó que lo había aprendido de Salum.
La comunidad señaló que la misma entrevista que Pablo Salum le hizo a Elías mostraba cómo el antisectas lo iba guiando a reinterpretar sus experiencias de manera sumamente negativa.
El juzgado, luego de examinar la entrevista por sí mismo, confirmó que lo que la comunidad había dicho era cierto: Salum tenía fuertes prejuicios contra la comunidad y por ello había influenciado de manera negativa a Elías por medio de entrevistarlo antes de que diera su testimonio judicial. La mención de Elías sobre la supuesta donación coercitiva de órganos era una prueba cabal de ello.
El juzgado concluyó que no existía evidencia alguna de que la comunidad había cometido un delito ni que los miembros de la comunidad habían sido motivados por algún tipo de persuasión ilegal, ni que hubiera evidencia de coerción.
También remarcó que Gabriela tenía una personalidad fuerte incompatible con la imagen de una víctima vulnerable y fácil de manipular que su madre y Salum quisieron implantar.
El hecho de que los miembros de la comunidad mantienen contacto fluido y afectuoso con sus familiares y son totalmente libres para irse de la comunidad cuando lo quisieran hacer (tal como lo hizo Elías) eran pruebas contundente a su favor.
Todo ello, incluyendo las demás pruebas obtenidas, y la libertad con la que las personas se sumaban o se iban de la comunidad, comprobaba de manera determinante que no hubo trata de personas.
Al fin, ningún miembro de Cómo Vivir Por Fe fue imputado por un delito, al no existir la evidencia mínima para ello.
Por todo lo expuesto en este artículo y en la resolución judicial, el juzgado tomó la decisión de archivar el caso y devolver todo lo que se había secuestrado en el allanamiento.
Después de que se resolvió el caso, la comunidad empezó a revelar lo que había pasado, en las redes sociales y en su canal de YouTube. También se creó un nuevo canal de YouTube llamado Corona de Espinas donde la comunidad profundiza los temas y usa su experiencia para exponer las tácticas deshonestas que Pablo Salum y otros antisectas utilizan.
El abogado defensor, Iván Mochkofsky, también hizo entrevistas en el canal aclarando temas relacionados al caso y cómo los prejuicios pueden influenciar estas investigaciones judiciales.
Salum, por su parte, siguió agregando mentiras y distorsiones para defenderse de las críticas que la comunidad hacía de él, alegando que las autoridades no investigaron bien el tema, que se archivó el caso por ineptitud o corrupción, que la Lic. Munné había comprobado que hubo coerción y fue ignorada por el juzgado, y que Elías había dado testimonio judicial antes de ser entrevistado por él, todo lo cual es falso.
Salum también intentó hacer un control de información, bloqueando las cuentas de la comunidad en las redes sociales para que ya no pudieran responder a sus acusaciones con sus cuentas oficiales y así evitar un debate donde quedarían expuestas sus falsas acusaciones.
Salum también hizo reiteradas denuncias en YouTube por derechos de autor y privacidad en un intento de lograr que YouTube borrara todos los videos en cuales la comunidad lo refutaba.
Para presionar a YouTube a eliminar los videos que lo criticaban, apeló a la victimización, diciendo que la comunidad era una organización coercitiva que estaba atacando a "víctimas de violencia", y que los videos estaban causándole "graves daños psicológicos" a él personalmente.
YouTube le respondió que les preocupaba que él estaba haciendo denuncias que no eran válidas y rechazaron su pedido.
La comunidad de Cómo Vivir Por Fe también hizo una entrevista con una radio, donde contó sobre su experiencia con Pablo Salum. Sin embargo, la radio fue intimidada para eliminar la entrevista de su canal de YouTube.
La entrevista fue posteriormente publicada en el canal Corona de Espinas, con el permiso de la radio.
En julio del 2024, la comunidad fue invitada al Palacio de Legislatura de Buenos Aires para contar su historia como parte de la conferencia Discriminación y Criminalización por Razones Religiosas y Espirituales en Argentina, a favor de la libertad religiosa.
Salum se quejó de esto también y trató de instalar una teoría de conspiración en la que el gobierno de Milei le había dado lugar a la comunidad como parte de una movida para favorecer la eventual venta de órganos.
Desde entonces, Salum ha continuado a acusar a la comunidad falsamente, repitiendo la mentira de que son una "organización coercitiva tratante" que "obliga a sus miembros a donar un riñón" y ha buscado más material sesgado y difamatorio, y entrevistado a otros familiares conflictivos en su canal para apoyar su continua campaña contra la comunidad de Cómo Vivir Por Fe.
No obstante, la comunidad ha pubicado varios videos en Corona de Espinas que exponen, con pruebas contundentes, muchas de las mentiras de Pablo Salum.
En última instancia, el caso "Cómo Vivir Por Fe" ilustra cómo los antisectas pueden crear y promover una falsa narrativa para estigmatizar a comunidades religiosas en las redes sociales y medios de comunicación, y cómo tratan de utilizar los poderes coercitivos del Estado y las leyes sobre la trata de personas como herramientas de persecución ideológica.